En este artículo que se enfocó principalmente en los particulares de la proposición, ellos afirman, “Creemos en los tribunales de drogas y la posibilidad verdadera de que los tribunales de drogas pueden ayudar a personas que quieren escaparse de sus adicciones y mejorar sus vidas.”
A finales de mayo, el PIO del tribunal superior de Yolo County envió un comunicado de prensa celebrando la graduación de los participantes más recientes del tribunal de drogas del condado de Yolo en el 24 Mayo, 2010:
“El Tribunal de Drogas se ha operado en el condado de Yolo desde 1999. El tribunal de drogas para adultos es para acusados destinados a la prisión que se han condenado de crímenes no violentos y que tienen adicciones a drogas/alcohol significantes,” dijo el comunicado. “Ofrece a los acusados una oportunidad de ganar éxito en el tratamiento farmacológico en cambio de ir a la prisión del estado.”
A continuación, reclama una reducción de costos para los contribuyentes de $558,538, con un base en el costo anual de $52,363 para la encarcelación de condenados como determinado por el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California. La cantidad de sentencias suspendidas fue 10 años y 8 meses.
El comunicado dijo que todos los graduados han completado un programa local de tratamiento intensivo, tienen por lo menos un año de sobriedad, tienen un trabajo legítimo, no han cometido un nuevo crimen, y han satisfecho todas las otras necesidades del tribunal de drogas.
Según el juez Janet Gaard, quien preside sobre el calendario del tribunal de drogas, “El éxito del programa refleja una fuerte colaboración entre las agencias del gobierno local y los proveedores de tratamiento para crear una diferencia verdadera en las vidas de estas personas.” Representativos de esos proveedores y agencias asistirán a la ceremonia para ofrecer sus felicidades a los graduados.
“Los graduados se han hecho miembros productivos y responsables de la comunidad que han transformado sus vidas a través del trabajo difícil y su dedicación,” dijo Florence Gainor (la coordinadora del tribunal de drogas).
A través de los años, el tribunal de drogas ha proveído tratamiento y rehabilitación a docenas de residentes locales; ha permitido ellos a reconectar con sus familias y comunidades; ha salvado los contribuyentes millones de dólares de los costos de encarcelación; ha permitido ellos a encontrar trabajo, ganar dinero, y volverse miembros productivos de la sociedad,” dijo David Rosenberger, el juez presidiendo del corte superior. “Es una situación de ganar o ganar para todos.”
Todo eso suena muy bien hasta que realizas que tres personas se graduaron en 24 Mayo, 2010. Es correcto. Tres.
El Vanguard intentó de hablar con Florence Gainor (la coordinadora del tribunal de drogas) en múltiples ocasiones, pero ella nunca volvió nuestras llamadas.
Cathleen Berger, la analista del corte más alta dijo al Vanguard que hay un grupo rotativo de acusados. “El número máximo de espacios disponibles es 40. Los participantes necesitan estar en el programa para un mínimo de 18 meses y completar muchos otros resquicios para graduarse,” ella dijo. “Hubieron 4 otros participantes que satisficieron el criterio de tiempo pero no han completado los resquicios adicionales. Se tiene graduaciones dos veces cada año.”
Aún con 40, este número parece muy bajo en comparación al número de personas que se mueven a través del sistema con cargas de drogas. $558,538 es el costo de encarcelar solamente tres individuos. Cuando tienes cientos, si no miles de personas moviéndose a través del sistema solamente en el condado de Yolo, puedes apreciar la cantidad de dinero que se despilfarra.”
Una persona con quien el Vanguard pudo hablar fue Carlos Matos, quien se retiró el otoño pasado después de trabajar para 33 años como un consejero external y terapeuta para el Departamento de Alcohol y Drogas del condado de Yolo. Muchos de sus clientes participarían en el tribunal de drogas.
“Parece que la mayoría de personas en el tribunal de drogas no terminan el programa,” dijo Carlos Matos al Vanguard. “Las expectativas y las restricciones son muy altas. Entonces, ellos no tienen una tasa de éxito muy alto. Pocas personas lo completan.”
Una de las grandes preguntas que nunca llegamos a preguntar es quién es elegible para participar en el tribunal de drogas. Aunque el tribunal ha existido desde 1995 y Sr. Matos trabajaba directamente con clientes que completaron el programa, no tuvo un buen sentido de los resquicios ni de quien puede participar.
“Es un programa enrevesado porque es difícil saber quién puede participar, quién no puede participar, que son los criterios, nunca podía entenderlo,” dijo, negando con su cabeza. “Incluso los clientes no pueden comprender la manera de entrar. Algunos pueden entrar, otros no. Depende mucho en las circunstancias. De veras, no te puedo decir porque es un programa enrevesado en lo que no existen pautas claras, hay muchas leyes y otras cosas.”
Más importante, aún con un tribunal de drogas más funcional, las políticas cambiantes sobre la posesión de drogas del condado pueden excluir participación en el tribunal de drogas. Carlos Matos explicó que el condado de Yolo es uno de los pocos condados que acusan una persona de 2 delitos graves para la posesión simple.
“El DA en el condado de Yolo acusa a alguien para la posesión simple,” explicó Carlos Matos. “Usan la ley que la legislatura cambió hace años que dice que la transportación es cualquier cantidad usable [que se mueve] entre punto A y punto B. En cambio de la ley antigua [que dijo] que se consideró solamente cantidades grandes como transportación.”
La mayoría de DAs no acusan a una persona de un delito grave doble cuando se arrestaron para la posesión simple. Entonces, es una de las cosas con las que estoy preocupado,” él dijo. De hecho, es una de las razones que le convence de retirarse temprano, junto con el hecho de que el condado fue restringiendo quién pudo usar el programa de consejo para drogas.
El impacto, dijo, es devastador. “Muchos de las personas que delinquen por la primera vez, ellos tienden de querer de enviarlos a la prisión debido a la cosa con la doble felonía y usan la transportación en adición a la posesión.”
El Vanguard preguntó si las acusaciones dobles impedirían los clientes de participar en el tribunal de drogas. Sr. Matos respondió, “No sé exactamente, pero es posible.”
Acusar a personas con delitos graves para tales casos tiene un impacto grande sobre sus destinos. La mayoría de trabajos no quieren emplear exdelincuentes, ni alquilarán los apartamentos a exdelincuentes, ni prestaron los bancos a exdelincuentes.
Es una pesadilla terrible, se mandan personas a la prisión porque tienen marihuana es su sistema. Los acusados tienden de ir a la prisión para acusaciones de drogas en cambio de recibir tratamiento,” dijo Carlos Matos.
“Después de llegar a la prisión y después de ser acusados de delitos graves, sus vidas cambian radicalmente. Es muy difícil ajustarse a sus comunidades después de salir de la prisión. Es difícil encontrar un trabajo, un apartamento, de obtener cualquier tipo de financiamiento con un delito grave en sus archivos,” siguió.
En cambio de dar la ayuda que estas personas necesitan, la situación les envía más en una vida de adicción y delincuencia. “Tiende de empujar estas personas a las cosas en las que no fueron involucrados antes, como vender drogas para sobrevivir y ganar dinero. Es una tragedia, y además, cuando alguien va a la prisión, obtienen drogas no obstante. La prohibición no funciona; no funciona con el alcohol en los 1920s y no funciona ahora.”
A diferencia a las afirmaciones de ahorros con el uso del tribunal de drogas, el sistema en total lleva el sistema a la bancarrota. “Es un sistema horrible que encarcela los drogodependientes, y lleva el estado a la bancarrota,” dijo Sr. Matos. “No tiene cualquiera razón. Nadie se mejora a través de la prisión si es un drogodependiente. Entonces, por qué llenar las prisiones cuando alguien tiene un problema con la adicción?”
Por supuesto, pero desafortunadamente, no recibimos de los administradores del programa ninguna respuesta a estas preguntas. No sabemos porque, pero seguimos a buscar este problema.
La conclusión es que la próxima vez que oímos del tribunal de drogas como una solución para la guerra sobre las drogas, debes recordar el número 3, el número de personas que se graduaron este año. Aunque es bueno para estos tres individuos que pueden seguir con sus vidas, este número tan bajo parece como un fracaso para el tribunal de drogas, y además, para nuestro sistema de justicia entero.
–Reportaje de David M. Greenwald, Traducción de Samuel Bivins