Respetuosamente, animo al DNC a abandonar su lealtad corporativista, reconfigurar sus membresías y alinearse con la voluntad del pueblo.
Por Erin McCarley
Traducido por Juan E. Miranda
Estimados oficiales del DNC:
Vengo de una larga línea de demócratas. Mis abuelos sobrevivieron a la Gran Depresión debido al New Deal de Franklin D. Roosevelt, y mi madre y padre también fueron demócratas leales. En mi vida adulta, me registré orgullosamente como demócrata a los 18 años en la década de los 90. Desde entonces, me he desilusionado mucho, viendo que el Partido Demócrata se vuelve cada vez más financiado y alineado a empresas corporativas, hasta el punto de que ya no lo reconozco.
Hoy, nuestros candidatos de centro, como Bernie Sanders, han sido etiquetados y marginados por los principales medios de comunicación como “radicales”, “periféricos” y “extremos”. ¿Deberíamos confiar en esta caracterización puesto que los principales medios son, en gran parte, propiedad de corporaciones gigantes cuales motivos claves son proteger sus propios intereses? Mientras tanto, la desigualdad social y económica se ha disparado en los Estados Unidos y en todo el mundo en las últimas décadas. En 2020, los multimillonarios del mundo controlan más riqueza que los 4.600 millones de personas más pobres combinadas. La clase media continúa disminuyendo en los Estados Unidos, y muchos estadounidenses simplemente luchan por sobrevivir. En estas condiciones, las propuestas como mantener la seguridad social, aumentar el salario mínimo, proporcionar cobertura médica universal, proteger el medio ambiente para las generaciones futuras y hacer que la universidad sea accesible para los jóvenes, ¡no son posiciones radicales! Estas son posiciones centristas, porque la mayoría de los estadounidenses las apoyan. Estas posiciones habrían formado una plataforma política básica para la administración de Franklin D. Roosevelt. Lo que los medios corporativos llaman “de izquierda” es en realidad moderado, según cualquier encuesta reciente sobre estos temas sociales básicos. Los estadounidenses realmente no se han movido tanto a la izquierda en su apoyo a Bernie Sanders. Sin embargo, el Partido Demócrata se ha movido constante e implacablemente hacia la derecha corporativa. En su alianza con la clase dominante neoliberal corporativa, el Partido Demócrata ahora apenas se distingue del Partido Republicano en su nivel de corrupción corporativa. No es de extrañar que las tasas de participación electoral en este país hayan sido tan patéticamente bajas.
Afortunadamente, el público de los Estados Unidos se está volviendo cada vez más difícil de engañar. Como millones de otros partidarios y partidarias de Sanders, estuve despierta durante las primarias presidenciales de 2016. Y me enfurecí cuando salió la noticia de que el DNC se había coludido con varios medios de comunicación para difamar y destruir la campaña de Sanders. Vimos … mientras AP (Prensa Asociada) y estos mismos medios de comunicación dominantes, no el Estado de California, vocearon los resultados de la Primaria Demócrata para Hillary R. Clinton antes de que California terminara de contar sus votos. Vimos … cómo los súper delegados emitían sus votos por Clinton en Estados como Colorado, después de que Sanders ganara el comité estatal por un amplio margen. Vimos … con disgusto cómo los delegados de Sanders fueron marginados en la Convención Demócrata. Ahora entendemos el papel que ha jugado el DNC en la subversión de la democracia y la promesa de lealtad a la élite corporativa.
Y, por lo tanto, no es sorprendente leer esta última semana que, a medida que Bernie Sanders gana impulso en pueblos y ciudades de todo el país, el DNC está contemplando revertir el cambio de reglas de 2018 que restringe los votos de los súper delegados hasta la segunda votación de la Convención Demócrata. O el hecho de que, de repente, las reglas del debate han cambiado para que el multimillonario Bloomberg pueda participar en los debates, cuando candidatos minoritarios como Julián Castro y Cory Booker fueron eliminados de la etapa de debate por no cumplir con los requisitos de votación y los umbrales de pequeños donantes que ahora han sido eliminados repentinamente después de que Bloomberg le dio al DNC $300,000. La lealtad corporativa con fines de lucro del DNC es dolorosamente clara. También es dolorosamente claro que el DNC preferiría perder esta elección ante Donald Trump que apoyar la democracia real en los Estados Unidos.
Lo vimos en 2016. Si el DNC vuelve a las reglas del 2016, permitiendo que los súper delegados voten en la primera ronda de la Convención Demócrata, y el favorito es Bernie Sanders, estos piratas de los partidos corporativos emitirán su voto por un candidato más corporativo, lo que hace mucho menos probable que Sanders sea el candidato a presidente del partido. E incluso, si Sanders tiene una abrumadora mayoría de delegados comprometidos, cuando los súper delegados participen en la convención, podemos estar seguros de que el DNC hará todo lo posible para debilitar la plataforma del partido demócrata para que las posiciones del partido sean más amigables con las corporaciones. En cualquier caso, el DNC está luchando contra la opinión pública de la mayoría. Y sabemos lo que sucede cuando hay un candidato demócrata débil en una elección general que no inspira una gran cantidad de votantes. Parece el 2016 nuevamente.
Pero hoy, lo que está en juego es aún mayor. El pueblo estadounidense sufre bajo niveles opresivos de pobreza y falta de acceso a derechos humanos básicos. La crisis climática está al borde de la catástrofe global. La gente vivirá o morirá como resultado de la política presidencial de los Estados Unidos. Cualesquiera que sean las políticas progresivas o los candidatos que se debiliten como resultado de la manipulación del DNC, la responsabilidad está en tus manos.
Respetuosamente, animo al DNC a abandonar su lealtad corporativista, reconfigurar sus membresías y alinearse con la voluntad del pueblo. Abandonar a sus donantes corporativos y apoyar la creciente ola de la pequeña democracia “d” de este país. De lo contrario, el Partido Demócrata perderá cualquier fragmento de legitimidad.
Sinceramente,
Erin McCarley
Denver, Colorado